jueves, 19 de mayo de 2022

Antihistamínicos: ¿qué efecto producen en nuestro cuerpo?

¿Sabías que la alergia puede ser tan molesta que puede llegar a condicionar la vida diaria de las personas que la padecen? Éstos deben tener siempre cuidado con los alergénicos que les afectan para evitarlos (si son ciertos alimentos, por ejemplo), y en caso de que sean inevitables (los ambientales), tratar de prevenir lo máximo posible su afectación y hacer uso de los antihistamínicos cuando los síntomas sean acusados.

Las alergias son reacciones de nuestro cuerpo que se producen cuando entran en contacto con alguna sustancia alérgena. En primavera aparecen más alergias que el resto del año porque se activan los pólenes. Los síntomas más habituales de la alergia al polen son la conjuntivitis y la rinitis alérgica, pero también otras afecciones en las vías respiratorias a consecuencia de la inhalación de los componentes alérgicos.

¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo! Y recuerda: ante cualquier duda, ¡contáctanos!


¿Qué es importante saber sobre los antihistamínicos?


  • Los antihistamínicos son los fármacos más recetados y, aunque se pueden adquirir sin receta, su prescripción debe hacerla siempre un médico, sea un tratamiento a demanda o continuado. 

  • Son fármacos que inhiben el efecto de la histamina, una sustancia química que se encuentra en todos los tejidos corporales y que se activa frente a una reacción alérgica.

  • Los hay de primera generación, de segunda generación y de tercera generación, todos ellos con efectos secundarios diferentes.

  • Los de primera generación penetran en todo el Sistema Nervioso Central y pueden causar somnolencia (la histamina nos ayuda a estar despiertos), aumento del apetito, sequedad en los fluidos, visión borrosa, estreñimiento, retención de la orina, etc.

  • Los de segunda generación también se llaman "no sedantes" y son más seguros de cara al rendimiento laboral y escolar. Como se introducen menos en el Sistema Nervioso Central, se consideran medicamentos aptos para poder conducir y realizar otras actividades de la vida diaria que requieran concentración.

  • Los de tercera generación derivan de la segunda generación y tienen como objetivo potenciar la eficacia y disminuir sus efectos secundarios aún más.

  • Los antihistamínicos actúan controlando la histamina, eliminando los síntomas que provoca esta sustancia cuando aumenta su concentración; controlan los picores y lagrimeos de las mucosas respiratorias y oculares, el edema, la urticaria y enrojecimiento de la piel, los estornudos, etc. No curan la enfermedad, sino que la palian. Son un tratamiento sintomático.

  • Además de los efectos descritos, los antihistamínicos también inhiben el vómito y la sensación de mareos.

  • Su administración produce sequedad en todos los fluidos del cuerpo: suele sentirse más ganas de beber agua, los niveles de saliva se reducen, inducen a tener menos ganas de relaciones sexuales (por la sequedad vaginal) y dermatológicamente, pueden condicionar la aparición de manchas en la piel si no se utiliza suficiente protección solar.


Si eres alérgico al polen, tomar antihistamínicos es un hábito que te hará más fácil soportar los síntomas de la alergia, ya que son medicamentos muy eficaces. ¡Sobre todo, no tomes antihistamínicos por iniciativa propia! ¡Consúltalo con nosotros y te ayudaremos a cuidar de tu salud! :)