lunes, 20 de diciembre de 2021

¿Ojos rojos?

El ojo rojo es un término general que engloba a todas las enfermedades que producen enrojecimiento ocular. Hablamos de ojo rojo cuando se produce un enrojecimiento de la parte blanca del ojo -la esclerótica-, por la presencia de vasos sanguíneos inflamados y dilatados, y en alguna ocasión por la rotura de algún capilar.

El ojo rojo es uno de los motivos más frecuentes de consultas oftalmológicas atendidas por los médicos de familia y oftalmólogos. A menudo, las molestias desaparecen por sí solas, pero, en algunas ocasiones, es necesario un tratamiento que dependerá de la causa que ha provocado ese enrojecimiento. Entre las más comunes se hallan infecciones como la conjuntivitis, traumatismos oculares, las abrasiones en la córnea o la inflamación de los párpados. Una causa poco habitual, pero sí muy grave, es el glaucoma de ángulo cerrado agudo o la uveítis.

Síntomas del ojo rojo

En raras ocasiones, el enrojecimiento es el único síntoma del ojo rojo. También pueden aparecer otros como:


  • Lagrimeo.

  • Secreción (legañas) y ojo pegado.

  • Picor, escozor y ardor.

  • Sensación de cuerpo extraño en el ojo.

  • Sensibilidad a la luz intensa.


Todas estas manifestaciones suelen indicar que se trata de un trastorno leve. En cambio, la presencia de dolor, cambios en el tamaño de las pupilas (especialmente si tiene lugar sólo en uno de los dos ojos) o una disminución de la agudeza visual sí pueden indicar un cuadro más grave.


¿Cuál es su tratamiento?

Si las molestias son leves, el ojo rojo no suele requerir tratamiento, pero en caso de que el motivo sea la fatiga ocular, es recomendable descansar los ojos. Para reducir las molestias, también se puede optar por la limpieza de los párpados y pestañas, el lavado ocular con suero fisiológico (especialmente si se debe a entrada de cuerpo extraño) o el uso de gotas como la lágrima artificial para suavizar la irritación o la sensación de ojo seco.


En otros casos, será necesario tratar la causa. Para ello, el oftalmólogo indicará el tratamiento más adecuado tras la exploración del ojo. Por ejemplo, la conjuntivitis infecciosa de origen bacteriano requerirá normalmente de la administración de antibióticos.


¿Se te enrojecen los ojos habitualmente? ¡Ven a la farmacia y te asesoraremos! :)





miércoles, 17 de noviembre de 2021

La alimentación del bebé y su importancia

La alimentación del bebé y su importancia


La lactancia materna proporciona de forma natural un alimento perfectamente adaptado a las necesidades de cada bebé e influye de forma positiva, tanto en el ámbito biológico como en el emocional, en la salud de la madre y la de su bebé. Salvo problemas muy específicos, todas las mujeres pueden dar el pecho y todas las leches son buenas. Si la lactancia es a demanda y el bebé se agarra bien, la madre produce la cantidad de leche necesaria.


La leche que la madre produce durante los primeros días de postparto se llama “calostro”. Es rica en inmunoglobulinas y tiene un color amarillento. Entre el tercer y quinto día llega la leche de transición hasta que, sobre los diez o quince días, se instaura la leche definitiva.


Durante los seis primeros meses de vida el bebé puede tomar exclusivamente leche de la madre y, a partir de ahí, complementar la lactancia materna con la incorporación de otros alimentos.


Comadronas, enfermeras, pediatras y también los grupos de apoyo al amamantamiento pueden ayudar a resolver las dudas que pueden surgir durante el período de lactancia.


La lactancia materna no es sólo un acto nutritivo, sino que es una acción que representa mucho más; proporciona consuelo, ternura, cariño y comunicación entre el niño y la madre. Sin embargo, la mujer debe poder decidir el tipo de lactancia (natural o con leche adaptada) en función de sus circunstancias y en caso de que no se opte por la lactancia materna, debe rehuir, en todo momento, el sentimiento de culpa.



Beneficios para la madre

Psicoafectivos


  • Favorece el establecimiento del vínculo entre la madre y el bebé.

  • Da confianza y seguridad a la madre.


Biológicos


  • Disminuye el sangrado posparto.

  • Contribuye a la recuperación de la silueta.

  • Disminuye el riesgo de cáncer de mama.

 

Comodidad


  • La leche está preparada en todo momento y no exige manipulación ni envasado.

 

Económicos


  • Contribuye a la estabilidad económica de la familia.

  • Reduce los gastos en salud de la población.



Beneficios para el lactante

​​Nutritivos


  • La leche materna contiene todos los nutrientes que el recién nacido necesita durante los seis primeros meses de vida y es conveniente ofrecerla durante los dos primeros años.

  • La leche materna presenta varias ventajas, ya que contiene:

- Las proteínas y grasas más adecuadas.

- Más lactosa que otras leches.

- Las vitaminas, la cantidad de hierro y la cantidad de agua que el niño necesita y la cantidad adecuada de sal, calcio y fosfatos.

 

Inmunológicos


  • La leche materna está limpia y no contiene bacterias.

  • Posee anticuerpos contra muchas infecciones comunes.

  • Contiene leucocitos que ayudan a luchar contra las infecciones.

  • Incluye el factor bífido.

  • Lleva lactoferrina.

  • Es un factor de crecimiento epitelial.

 

Biológicos


  • Favorece un crecimiento maxilofacial adecuado y un mejor desarrollo psicomotor.

 

Psicoafectivos


  • El bebé recibe contacto, calor y amor.

  • Muchas veces, las incomodidades, dudas o dificultades que puedan surgir pueden solucionarse pidiendo la ayuda y el asesoramiento de profesionales, asociaciones y grupos de apoyo a la lactancia materna.


¿Te quedan dudas? En la farmacia encontrarás suplementos y leches de sustitución de calidad para el completo desarrollo de tu bebé. ¡Contacta con nosotros y te ayudaremos a escoger el que mejor se adapte a tus necesidades! :)





viernes, 15 de octubre de 2021

¡Descubre qué tipo de piel tienes, sus características y necesidades!

La piel está sometida, día tras día, a factores externos que la afectan y transforman. El clima, la contaminación del aire, el polvo, la suciedad y el humo de tabaco, entre otras partículas, hacen que no esté 100% limpia y cuidada. Por ello, a veces puede ser complicado mantener una piel bonita y saludable. Aún así, el cuidado cutáneo también está en nuestras manos, debido a factores como la alimentación, etc. Así que... ¡hay que hacer algo!


Para lucir la mejor piel posible, cada persona debe conocer el tipo de piel que tiene y, en consecuencia, tratarla de la manera que convenga. ¡Conocernos un poco más implica cuidarnos mejor!



¿Qué tipo de piel tienes?


  • Piel seca:

Si tu piel es áspera y te provoca picor o sensación de tirantez, tiene todas las características de la piel seca. Este tipo de piel se manifiesta con un aspecto pálido y desvitalizado, descamación, enrojecimiento o, incluso, irritación.


La piel seca se produce debido a una pérdida de humedad y aceites naturales. Más concretamente, se trata de una alteración del factor natural de hidratación (FNH), que regula la producción de sebo y el nivel de hidratación. Asimismo, la falta de lípidos cutáneos, que actúan como una barrera de protección natural, genera un incremento de la pérdida de agua.


No hay que confundirla con la piel deshidratada, ya que aunque también sea tensa y provoque malestar, ésta sólo se da puntualmente.


La piel seca suele empeorar en invierno, por lo que hay que evitar factores externos como el frío, la calefacción o el viento, en la medida de lo posible. Del mismo modo, utilizar agua muy caliente aumenta la deshidratación de la piel.


Para cuidarla, es fundamental beber mucha agua, evitar las altas temperaturas y hacer una limpieza suave, sin frotar. Utilizar productos hidratantes y nutritivos: cremas, leche, pomadas, bálsamos o aceites también es conveniente para reequilibrar la pérdida de humedad.



  • Piel grasa:

Este tipo de piel se caracteriza por su brillo, grasa, y por la presencia de poros dilatados y puntos negros. La piel grasa se origina debido a un exceso de sebo en la epidermis. Por este motivo, suele ir acompañada de acné.


Si tienes la piel grasa, utiliza productos limpiadores que no sean agresivos, exfolia la piel, utiliza aguas micelares y, sobre todo, desmaquíllate bien. De esta manera, eliminarás las impurezas y las partículas que durante el día impactan sobre la piel. La limpieza debe ser profunda y hacerse dos veces al día, por la mañana y por la noche.


En cuanto a las imperfecciones, consulta a tu dermatólog@ y utiliza tratamientos específicos y adecuados para ti. Tomar el sol te ayudará a secar las lesiones provocadas por el acné y a disimular los granitos.



  • Piel mixta:

¿Cuántas veces has oído hablar de la zona "T"? Sí, es la zona de la cara conformada por la frente, la nariz y el mentón. Cuando nuestra piel es mixta, estas áreas suelen presentar imperfecciones, como poros abiertos, puntos negros o brillos. En cambio, las mejillas pueden tener una hidratación correcta o sufrir sequedad.


En estos casos la epidermis sufre un desequilibrio, ya que una parte de la cara se muestra grasienta y la otra seca o normal. Así pues, tratar las pieles mixtas puede ser más complicado de lo que parece, porque mientras se intenta eliminar la grasa, también hay que evitar la deshidratación de las zonas normales o secas. ¡Hay que prestar atención a las reacciones de las diferentes zonas! Tómatelo con calma, limpia la piel en profundidad y evita utilizar agua muy caliente o muy fría.


En cuanto a los productos, utiliza los que no llevan aceites y en la zona "T" aplica cremas que no sean grasas y exfoliantes un par de veces a la semana. En las zonas normales o secas utiliza productos hidratantes para evitar la irritación.



  • Piel sensible:

La piel sensible es una piel intolerante, que reacciona más de lo normal ante estímulos que no deberían ser un problema, ya que no afectan a las personas con otro tipo de piel.


En estos casos, hay factores externos e internos que pueden provocar sensación de picor, calor u hormigueo en la piel. Entre los más comunes encontramos: el calor, el frío, el viento, las variaciones de temperatura, los jabones, el agua, el estrés, la menstruación, la menopausia y la alimentación.


Este fenómeno, que cada vez es más común, se produce debido a una alteración de la epidermis; la función protectora y de barrera disminuye, deshidratando más la piel y permitiendo una mayor penetración de agentes irritantes. Además, las pieles sensibles segregan una gran cantidad de neurotransmisores y causan más inflamaciones.


Algunas de las curas cotidianas que se pueden llevar a cabo para paliarla son: evitar la exposición al frío ya los productos irritantes y agresivos, como los exfoliantes, y la exposición solar desmedida y sin una fotoprotección adecuada al tipo de piel.


Para este tipo de piel es necesario utilizar productos suaves y aptos para pieles intolerantes y no utilizarlos en exceso. Además, hay que frotar la piel con mucha delicadeza y es primordial no abusar del maquillaje.



¿Cuál es tu tipo de piel? ¿Te quedan dudas? En Farmacia Marco Mocellin te asesoraremos sobre los mejores productos según tu tipo de piel. Ven, pregúntanos y te ayudaremos! :)






jueves, 16 de septiembre de 2021

¿Estáis preparad@s para la vuelta de los piojos?

Retomar las clases puede suponer un alivio para los padres, e incluso para los propios hijos: volver a los horarios de clases, ver de nuevo a los compañeros, nuevos retos y muchísimas cosas por aprender. Un curso nuevo es una experiencia inolvidable, y no tenemos que dejar que nada la arruine, ¡ni siquiera los piojos!


El síntoma que todos conocemos es el de rascar la cabeza, pero ¡cuidado! La irritabilidad del cuero cabelludo se produce por una reacción alérgica a la saliva del piojo; dependiendo de cada persona y su sensibilidad puede aparecer al momento o tardar hasta dos semanas, por lo que la infestación puede encontrarse ya en un estado muy avanzado cuando pica la cabeza. 


¡Te damos los consejos para proteger de los piojos a toda la familia! 


Regla n°1: conoce bien a tu enemigo 

El piojo es un insecto diminuto al que le gustan especialmente las zonas calientes y húmedas de nuestro cuero cabelludo (sienes, detrás de las orejas y nuca). Se adhiere a la línea del cabello y se alimenta de la sangre de su huésped durante las sucesivas picaduras, es responsable de la picazón y produce pequeñas lesiones en las sienes y el cuello.

 

Regla nº2: adopta la estrategia correcta 

No hay elección: un tratamiento capilar es fundamental. Afortunadamente, tienes una amplia gama de opciones: champú o loción de tratamiento, productos a base de insecticidas o naturales (aceite de silicona, aceites esenciales...). 

 

¡No te preocupes! Ambas soluciones funcionan, siempre que se respeten los tiempos de exposición, y sobre todo, como precaución, una aplicación 8 y 15 días después de la primera para volver a aplicar para detener adecuadamente el ciclo de reproducción del piojo. Por supuesto, para asegurarse de eliminar la mayor cantidad posible, hazte con el clásico peine antipiojos ultrafino y pásalo por el cabello húmedo, mechón a mechón, insistiendo en la raíz. ¡Y cuidado, utiliza un peine por niño!

 

Regla nº3: revisa la cabeza de toda la familia  

Con la ayuda del peine ultrafino, durante el período de invasión anunciado por la escuela u observado en tus propios hijos, revisa diariamente la nuca y detrás de las orejas de todos los miembros de la familia, prestando atención a la raíz. 

 

¡No dejes que los piojos arruinen tus días! 

 

¿Tienes dudas? ¡Ven a la farmacia y te mostraremos el producto adecuado para ti!





viernes, 20 de agosto de 2021

Disfruta del verano como siempre, pero protégete como nunca


Seguramente, cuando piensas en el verano piensas en días que se alargan, terrazas que se llenan, música, sandalias, el olor de la crema solar... ¿Y cuándo quieres protegerte contra el calor? Refrescar los espacios con ventilación, evitar salir a la calle durante las horas de más sol, beber agua a menudo, ponerse crema protectora o buscar las zonas más frescas son algunas de las acciones que se deben llevar a cabo, verano tras verano, porque la subida de temperaturas no llegue a tener efectos negativos sobre nuestra salud.


Este verano 2021 queremos ayudarte a minimizar estos efectos, especialmente entre los grupos más vulnerables, como los ancianos, las mujeres embarazadas, los niños, las personas con enfermedades crónicas o las que trabajan en ambientes calurosos y a pleno sol.


Así pues, recuerda estas acciones fundamentales: HIDRÁTATE, UTILIZA CREMA SOLAR, EVITA EL CALOR Y REFRESCA EL AMBIENTE.


Bebe agua a menudo

Mantener una hidratación adecuada durante todo el año es esencial para nuestra salud, pero en verano, es aún más importante. La aportación de agua al organismo proviene mayoritariamente del consumo de líquidos, pero también del contenido en agua de los alimentos sólidos (verduras, frutas y hortalizas son los que más agua contienen). Seguir una alimentación saludable rica en estos alimentos y beber agua es la mejor manera de mantener el organismo en un buen estado de hidratación.


Hay que tener presente que el estado de hidratación se puede ver afectado cuando hace calor, ya que el cuerpo pierde líquido en forma de sudor. Por ello, durante esta época es especialmente importante beber mucha agua, sobre todo por lo que se refiere a niños y ancianos. También es recomendable beber agua antes de tener sed.


Protege tu piel con crema solar

Utilizar protección solar es imprescindible, ya que el exceso de sol puede provocar manchas y quemaduras solares. Con la llegada del verano, las piezas se acortan y el cuerpo queda al descubierto. Lucir una piel bronceada llega a convertirse, para algunas personas, en una verdadera obsesión que se puede traducir en acciones tan peligrosas como pasar largos ratos bajo los rayos de sol o no utilizar fotoprotección.


Si eres una de esas personas, debes saber que el oscurecimiento de la pigmentación es una respuesta de la piel ante la agresión que suponen las radiaciones ultravioletas y que tomar el sol sin protección conlleva riesgos como quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel o el desarrollo de cánceres de piel.

 

Evita salir a la calle durante las horas de más sol

Un golpe de calor es una situación que puede ser muy grave, por lo que, siempre que te sea posible, evita la exposición solar directa durante las horas de más sol. Los aparatos de refrigeración y el agua (tanto para refrescarte como para hidratarte) son tus grandes aliados para hacer frente al calor.

 

Otras medidas que pueden ayudarte a evitar los efectos del calor son seguir las predicciones meteorológicas para prevenir los días más calurosos, vestir ropa ligera, amplia y de colores claros, limitar la actividad física durante las horas de más calor y evitar las comidas muy calientes o grasosas.

 

Por otra parte, es importante que aprendas a identificar los síntomas de un golpe de calor y a actuar ante estos en caso de que se produzcan.


Refresca el ambiente con ventilación

Mantener la casa fresca y aislarla del calor exterior es esencial para soportar las altas temperaturas veraniegas. Utilizar el ventilador o el aire acondicionado es una buena opción, pero no la única:

 

  • Baja las persianas cuando te entre el sol en casa.

  • Cierra las cortinas.

  • Abre las ventanas a primera hora de la mañana y durante la noche para ventilar la casa.

  • Si tienes toldos, úsalos. Hacen de barrera contra la entrada de los rayos solares y colaboran en la regulación de la temperatura interior.

  • Estate en las estancias más frescas de la casa.

  • Retira las alfombras y los cojines del sofá.

  • Si tienes terraza, aprovecha la última hora de la tarde para rociarla con un poco de agua.

  • Prepara platos fríos y evita poner en marcha el horno para mantener la cocina fresca.

  • Utiliza bombillas LED. Generan menos calor.

  • Los colores claros en techos y paredes exteriores reflejan el sol, evitan el calentamiento de los espacios interiores y mejoran la iluminación.

  • Rellena el hogar de plantas. Ayudan a refrescar el ambiente tanto en el interior como en el exterior.

 

Recuerda, además, que el verano es una buena época para incorporar hábitos saludables en tu día a día, como seguir una alimentación equilibrada o hacer actividad física:


  • Come frutas de temporada y sigue la recomendación de comer, al menos, cinco raciones de fruta y verdura al día.

  • Sigue las normas básicas de higiene alimentaria. Las elevadas temperaturas y el tiempo transcurrido entre que se prepara la comida y se consume pueden favorecer el crecimiento microbiano y causar una toxiinfección alimentaria.

  • ¡Muévete! Pasea, haz una excursión en familia, juega activamente con los más pequeños de la casa, haz deporte con los amigos... Aprovecha el buen tiempo para aumentar tu nivel de actividad física de una manera fácil y evita hacer ejercicio en las horas de más calor, lleva siempre agua y bebe a menudo.


¡Esperamos que disfrutes al máximo de estas últimas semanas de verano!