viernes, 20 de agosto de 2021

Disfruta del verano como siempre, pero protégete como nunca


Seguramente, cuando piensas en el verano piensas en días que se alargan, terrazas que se llenan, música, sandalias, el olor de la crema solar... ¿Y cuándo quieres protegerte contra el calor? Refrescar los espacios con ventilación, evitar salir a la calle durante las horas de más sol, beber agua a menudo, ponerse crema protectora o buscar las zonas más frescas son algunas de las acciones que se deben llevar a cabo, verano tras verano, porque la subida de temperaturas no llegue a tener efectos negativos sobre nuestra salud.


Este verano 2021 queremos ayudarte a minimizar estos efectos, especialmente entre los grupos más vulnerables, como los ancianos, las mujeres embarazadas, los niños, las personas con enfermedades crónicas o las que trabajan en ambientes calurosos y a pleno sol.


Así pues, recuerda estas acciones fundamentales: HIDRÁTATE, UTILIZA CREMA SOLAR, EVITA EL CALOR Y REFRESCA EL AMBIENTE.


Bebe agua a menudo

Mantener una hidratación adecuada durante todo el año es esencial para nuestra salud, pero en verano, es aún más importante. La aportación de agua al organismo proviene mayoritariamente del consumo de líquidos, pero también del contenido en agua de los alimentos sólidos (verduras, frutas y hortalizas son los que más agua contienen). Seguir una alimentación saludable rica en estos alimentos y beber agua es la mejor manera de mantener el organismo en un buen estado de hidratación.


Hay que tener presente que el estado de hidratación se puede ver afectado cuando hace calor, ya que el cuerpo pierde líquido en forma de sudor. Por ello, durante esta época es especialmente importante beber mucha agua, sobre todo por lo que se refiere a niños y ancianos. También es recomendable beber agua antes de tener sed.


Protege tu piel con crema solar

Utilizar protección solar es imprescindible, ya que el exceso de sol puede provocar manchas y quemaduras solares. Con la llegada del verano, las piezas se acortan y el cuerpo queda al descubierto. Lucir una piel bronceada llega a convertirse, para algunas personas, en una verdadera obsesión que se puede traducir en acciones tan peligrosas como pasar largos ratos bajo los rayos de sol o no utilizar fotoprotección.


Si eres una de esas personas, debes saber que el oscurecimiento de la pigmentación es una respuesta de la piel ante la agresión que suponen las radiaciones ultravioletas y que tomar el sol sin protección conlleva riesgos como quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel o el desarrollo de cánceres de piel.

 

Evita salir a la calle durante las horas de más sol

Un golpe de calor es una situación que puede ser muy grave, por lo que, siempre que te sea posible, evita la exposición solar directa durante las horas de más sol. Los aparatos de refrigeración y el agua (tanto para refrescarte como para hidratarte) son tus grandes aliados para hacer frente al calor.

 

Otras medidas que pueden ayudarte a evitar los efectos del calor son seguir las predicciones meteorológicas para prevenir los días más calurosos, vestir ropa ligera, amplia y de colores claros, limitar la actividad física durante las horas de más calor y evitar las comidas muy calientes o grasosas.

 

Por otra parte, es importante que aprendas a identificar los síntomas de un golpe de calor y a actuar ante estos en caso de que se produzcan.


Refresca el ambiente con ventilación

Mantener la casa fresca y aislarla del calor exterior es esencial para soportar las altas temperaturas veraniegas. Utilizar el ventilador o el aire acondicionado es una buena opción, pero no la única:

 

  • Baja las persianas cuando te entre el sol en casa.

  • Cierra las cortinas.

  • Abre las ventanas a primera hora de la mañana y durante la noche para ventilar la casa.

  • Si tienes toldos, úsalos. Hacen de barrera contra la entrada de los rayos solares y colaboran en la regulación de la temperatura interior.

  • Estate en las estancias más frescas de la casa.

  • Retira las alfombras y los cojines del sofá.

  • Si tienes terraza, aprovecha la última hora de la tarde para rociarla con un poco de agua.

  • Prepara platos fríos y evita poner en marcha el horno para mantener la cocina fresca.

  • Utiliza bombillas LED. Generan menos calor.

  • Los colores claros en techos y paredes exteriores reflejan el sol, evitan el calentamiento de los espacios interiores y mejoran la iluminación.

  • Rellena el hogar de plantas. Ayudan a refrescar el ambiente tanto en el interior como en el exterior.

 

Recuerda, además, que el verano es una buena época para incorporar hábitos saludables en tu día a día, como seguir una alimentación equilibrada o hacer actividad física:


  • Come frutas de temporada y sigue la recomendación de comer, al menos, cinco raciones de fruta y verdura al día.

  • Sigue las normas básicas de higiene alimentaria. Las elevadas temperaturas y el tiempo transcurrido entre que se prepara la comida y se consume pueden favorecer el crecimiento microbiano y causar una toxiinfección alimentaria.

  • ¡Muévete! Pasea, haz una excursión en familia, juega activamente con los más pequeños de la casa, haz deporte con los amigos... Aprovecha el buen tiempo para aumentar tu nivel de actividad física de una manera fácil y evita hacer ejercicio en las horas de más calor, lleva siempre agua y bebe a menudo.


¡Esperamos que disfrutes al máximo de estas últimas semanas de verano!