Antes de recurrir a la medicación para poder dormir bien, puedes escoger remedios naturales que te ayuden a descansar correctamente. La medicina natural nos ofrece herramientas eficaces para combatir el insomnio sin sufrir los efectos secundarios de los somníferos. Existen numerosas plantas con efecto somnífero, como:
Amapola de California: se emplea tanto en casos de insomnio como de ansiedad.
Espino blanco: es un relajante suave que ayuda a mejorar la calidad del sueño. No hay que tomarlo si se padecen problemas cardiovasculares o de hipertensión.
Lúpulo: se aconseja tomarlo cuando el insomnio acompaña la menopausia (ansiedad, sofocos, etc.).
Melisa: se utiliza cuando existen trastornos del sueño con hormigueos, rampas o molestias digestivas y debe evitarse si se sufren trastornos de tiroides.
Manzanilla, tila y trébol rojo: ayudan a tener un sueño apacible y reparador y hay que tomarlos una hora antes de acostarse.
Pasiflora: disminuye la ansiedad y favorece el sueño. Puede tomarse en infusión o en cápsulas.
Valeriana: reduce la tensión y relaja la musculatura.
Asimismo, una de las técnicas que está de moda actualmente y que ha demostrado su eficacia en casos de insomnio y dificultad para conciliar el sueño es la aromaterapia. Existen aceites que ayudan a entrar en un estado de relajación profunda: la melisa, la albahaca, la manzanilla, el calamento, el lúpulo, el espliego, la tila, la mandarina, la mejorana, el azahar, la rosa de Alejandría, el sándalo, la valeriana, la hierbaluisa, el vetiver, la violeta... Vertiendo de 5 a 10 gotas del aceite que escojas en la bañera o haciendo vaporizaciones a través de un quemador de aceites te ayudará a relajarte y a dormir bien.
Otra buena opción son los masajes relajantes, que también se pueden realizar con la combinación de aceites esenciales y el aceite de almendras (no irrita la piel), así como los estiramientos o el “movimiento del balancín”, que se realiza llevando las rodillas al pecho y rodeándolas con los brazos y mirando al techo mientras se mece el cuerpo suavemente de izquierda a derecha. Este movimiento facilita la conciliación del sueño y para finalizarlo solo hay que soltar las piernas y buscar una posición cómoda para dormir.
Por último, existen los somníferos, que se recomiendan cuando todas las técnicas anteriormente descritas no han dado resultado. Estos tienen que estar previamente recetados por el médico. Los ansiolíticos o tranquilizantes relajan los músculos y reducen la tensión, pero hay que tener en cuenta que este tipo de fármacos pueden provocar somnolencia diurna y dependencia.
Recuerda que ni que tomes complementos, suplementos o infusiones naturales, es importante que no excedas las dosis descritas y te informes previamente de cuál es la mejor manera de tomarlos. En la farmacia encontrarás diferentes tipos de medicamentos y complementos naturales para conciliar el sueño y mejorar sus ciclos. Si lo necesitas, ¡no dudes en contactar con nosotr@s!
